lunes, 19 de octubre de 2015

LA CRÓNICA I


MI DESSAFÍO

Bienvenidos a la crónica de unas de las pruebas BTT más duras de Andalucía y también de España:el
Dessafío Sierra Sur de Jaén. Como el propio título indica comentaré al detalle todo lo que me aportó una de las experiencias más bonitas que he tenido durante este año 2015. Narraré todo lo vivido tanto en la prueba de Contrarreloj Nocturna del viernes 2 de octubre como en en el maratón de 105 kilómetros del día posterior (sábado 3 de octubre).


  1. I CONTRARRELOJ NOCTURNA DESSAFÍO SIERRA SUR.
Es viernes por la tarde y, como no, mis nervios están a flor de piel. A las 21:00 comienza mi primera participación en una contrarreloj y lo peor no es sólo eso, lo peor es que es mi primera vez en una andadura de bicicleta por la noche lo cual no me ayudaba mucho a mantener la calma. Hacia las 17:00 me doy cuenta de que aún no solo no tenía firmada la declaración jurada que la organización nos obliga a presentar junto al DNI si no que ni siquiera la tenía impresa. Reina el desconcierto. A pesar del buen aumento de pulso que noto en mi cuerpo tras recordarlo, me bajo para mi cochera a preparar los accesorios para mi "MASSI" (engrasar la cadena, ajustar un poco el sillín, comprobar que las las luces enfocasen correctamente...).
Lo siguiente es introducir en una bolsa la ropa que voy a utilizar ya que sería algo incómodo estar toda la tarde con el maillot y el culotte recogiendo el dorsal y yendo de un lado para otro. Meto el resto de utensilios en el coche que me va a llevar hasta Frailes (localidad sede de esta edición del Dessafío) y mientras espero que mis padres -como fieles acompañantes míos que son- lleguen a casa aprovecho para ir a las 18:00 a imprimir la declaración, rellenarla y firmarla. ¡Un disgusto menos!.
Así, llegan mis padres e introducimos la bici en el coche con sutileza para que nada se desajuste. Salimos desde Alcalá la Real (mi ciudad de toda la vida) hacia Frailes con la típica sensación de que se te olvida algo aunque esté todo más que comprobado. 15 kilómetros mas adelante llegamos a Frailes y los miembros de la organización nos indican donde está el aparcamiento de vehículos, por tanto, marcha atrás y subimos hacia la zona indicada y situada a unos 15 minutos a pié para bajarnos del coche e ir a la zona de recogida de dorsales y de salida y meta de ambas pruebas. Entrego declaración y DNI y miro mi hora de salida para la crono, la cual correspondía a las 21:59:00, y me vuelvo a cambiarme al aparcamiento tras saludar a algunos conocidos y compañeros de entrenamiento y de fatigas como se suele decir en ciclismo. Está a punto de anochecer en la zona sur de Jaén y ya estoy listo para partir hacia los alrededores del cajón de salida donde los más de 40 participantes empiezan a calentar motores.



 Yo, en cambio, prefiero ver como salen las dos primeras participantes y los Master 50 antes de ponerme a calentar ya que conocía mi hora de salida y aun faltaba casi una hora para ello. Así, me empiezo a enfriar y me voy a probar la linterna delantera y... ¡Sorpresa! Mi luz alumbra un 'mojón' comparado con los focos de coche que llevaban todos (culpa mía por comprar sin informarme), pero ya era tarde, había que ir con lo que se tenía y dejar de pensar en eso. Vuelta para arriba, vuelta para abajo, y así sucesivamente hasta que empiezan a salir los primeros Sub 23, a cuya categoría pertenezco, con lo que me pongo en modo alarma y cerca de la zona del "speaker" hasta que por fin suena mi nombre y mi dorsal. "¡Jesús Canovaca Pérez, dorsal 1466!". Y en ese momento todo a mi alrededor parece que se para hasta que un encargado de la organización me pregunta si me ayuda a subir la bici al cajón. Le respondo que no y subo para que un hombre empiece a darme indicaciones del recorrido y tras decirle que ya me sabía el recorrido otro encargado me coge del sillín para así iniciar la cuenta atrás. ¡5, 4, 3, 2, 1, SALIDA!.






Esto me esperaba por delante:

Nada del otro mundo en principio, pero al ser tan poca distancia el esfuerzo se hace agónico al estar dando el máximo durante los minutos que estés compitiendo, y así fue. El primer kilómetro fue el peor sin duda, ya que era un falso llano que no me dejó mantener una cadencia alegre en el pedaleo, lo cual me dejó casi asfixiado antes de la zona técnica entre el olivar frailero previo a los dos repechos más reseñables con cuestas del 11%. En el segundo repecho me pasa el primer corredor al cual trato de engancharme pero los pocos metros que me sacó en la subida fueron suficientes para no poder cogerle rueda luego en la bajada, de nuevo, hacia Frailes donde empieza la parte más bonita de la contrarreloj. En cada cruce o curva me encontraba gran cantidad de gente animándonos y eso para un ciclista es la mejor sensación posible que se puede sentir encima de la bicicleta. Créanme que ir dando el máximo y cada vez que te vean pasar te griten y te aplaudan es indescriptible y ayuda muchísimo a sufrir un poquito más de lo que ya lo haces.
Dicho esto, como anticipaba, llegamos a la zona de callejeo con curvas peligrosas pero que, personalmente me beneficiaban ya que me considero un buen "bajador" (como explicaré en la entrada del maratón) y mi técnica creo que es buena. Aun así, faltaban dos o tres pequeñas subidas que se me hicieron eternas y permitieron que otro corredor me alcanzase, eso si, este era muy "PRO" según referencias que tenía.
En cualquier caso, llegaron los últimos metros de la prueba y con ello el último "sprint". Por fin, la meta se me echaba encima y acaba el primer obstáculo del fin de semana de mountain bike que parecía que no, pero en aquel momento pensé que me pasaría factura al día siguiente. Además, cumplí mi objetivo de no quedar el primero por la cola en la clasificación ya que mi forma no está a la altura de los "máquinas" que participaban, pero seguro que mi ilusión si estaba por encima de la suya.



























Por cierto, enhorabuena a los ganadores que parecía que conducían una moto en vez de una bicicleta. ¡Unos "CRACKS"!.
De este modo, llegamos al final de la jornada y vuelvo para casa a descansar sabiendo que lo mejor está aun por llegar y hay que reponerse bien de este explosivo esfuerzo.

Finalmente, aquí llego al final de esta redacción que ha supuesto la descripción de un momento un tanto peculiar así como especial para mí. Todo esto supone un nuevo reto a alcanzar para el año que viene en el Dessafío ya que espero estar entre los mejores de la clasificación y no mirar los toros desde la barrera como hasta ahora estoy haciendo. Ha sido un placer contar mi vivencia en este viernes día 2 de octubre de 2015 aunque esto solo acaba de empezar. ¡NOS VEMOS  EN LOS 100 KILÓMETROS DEL DESSAFÍO DE LA SIERRA SUR DE JAÉN!.








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